El próximo 17 de febrero se cumplirán 28 años desde que Saber y ganar comenzó a emitirse en La 2, marcando un hito en la televisión española.
Este concurso, que se emite de domingo a domingo, se ha convertido en un verdadero referente, batiendo récords de permanencia en la parrilla de televisión.
Con una audiencia diaria de cerca de un millón de espectadores, Saber y ganar no solo ha dejado una huella indeleble en la cultura televisiva,
sino que también ha consolidado a su presentador, Jordi Hurtado, como un icono de longevidad y resistencia ante el paso del tiempo.
La eterna juventud de Jordi Hurtado
A lo largo de los años, una de las bromas más comunes sobre Jordi Hurtado ha sido la de su “inmortalidad”.
No es para menos, ya que, a sus 68 años, el presentador parece desafiar el envejecimiento. Con una sonrisa siempre presente y una energía que no decae, Jordi es un verdadero ejemplo de longevidad en la televisión. De hecho, su presencia en el programa y su buen aspecto han alimentado la leyenda de que, literalmente, no envejece. Este guiño al concepto de inmortalidad ha llegado incluso a la ficción, como cuando Jordi hizo una aparición en la serie El Ministerio del Tiempo, donde interpretó a una versión de sí mismo que parecía no envejecer.
El cariño y respeto que los españoles sienten por él son tan grandes que incluso en redes sociales han surgido bromas como la que lanzaba un perfil en X hace un par de años, sugiriendo que los hospitales deberían llevar su nombre, en un gesto de reconocimiento a su longevidad: “Basta de poner nombres de gente muerta a los hospitales. Hay que ponerles nombres que inspiren esperanza y longevidad, como Hospital General Jordi Hurtado”. Aunque esta propuesta sea humorística, habla del cariño y admiración que genera el presentador.
De los primeros pasos en la radio a la consolidación en La 2
Jordi Hurtado comenzó su carrera profesional en 1981, cuando empezó a trabajar en la radio. En Radio Barcelona, fue parte de programas como Lo toma o lo deja y La radio al sol, este último galardonado con el premio Ondas en 1982. Sin embargo, su gran salto a la fama se produjo en 1985, cuando debutó a nivel nacional en TVE con el concurso nocturno Si lo sé no vengo, junto a la actriz Virginia Mataix. Este programa le permitió ganarse la simpatía del público y consolidarse como un rostro familiar en la televisión.
A lo largo de los años, Jordi Hurtado ha sido parte de diversos proyectos televisivos, pero fue en Saber y ganar donde encontró su hogar definitivo. En este concurso, emitido en La 2 desde 1997, Jordi ha demostrado su profesionalismo y cercanía con los concursantes, convirtiéndose en un pilar fundamental de la sobremesa española. Saber y ganar no solo es un programa de entretenimiento, sino también una cantera de talentos, ya que muchos concursantes han logrado dar el salto a otros espacios de la televisión, con premios mayores y mayor visibilidad.
El legado de Saber y ganar
A lo largo de estos 28 años, Saber y ganar se ha mantenido en la antena con una fórmula que no pierde vigencia: una serie de preguntas y respuestas que premian el conocimiento general y la agilidad mental. A pesar de la competencia de otros programas de entretenimiento, este concurso ha logrado mantenerse como una referencia en la programación de La 2. Su éxito ha sido posible gracias a la constancia y el carisma de Jordi Hurtado, quien ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.
Además, el programa se ha renovado con el paso de los años, incorporando nuevos concursantes y presentadores, como Elisenda Roca, quien hoy se encarga de pronunciar las preguntas que Jordi lanza a los participantes. Sin embargo, el papel de Jordi como conductor sigue siendo clave para que Saber y ganar siga siendo un éxito, ya que su cercanía y simpatía logran conectar con el público de todas las edades.
Un reconocimiento más que merecido
Tras 28 años de ininterrumpida emisión y con la huella que ha dejado en la historia de la televisión española, es justo decir que Jordi Hurtado es una figura querida por todos. El hecho de que, año tras año, siga siendo la cara visible de Saber y ganar es un testamento de su dedicación y amor por lo que hace. A medida que se acerca a los 70 años, su aspecto y energía siguen siendo motivo de admiración, lo que no solo demuestra su buena genética, sino también el compromiso que ha tenido con su trabajo y su público a lo largo de estas casi tres décadas.
En resumen, Jordi Hurtado es mucho más que un presentador de televisión: es un símbolo de longevidad, dedicación y cariño por parte de los españoles. Tras 28 años al frente de Saber y ganar, su legado es más sólido que nunca, y su popularidad sigue intacta. Aunque algunos puedan seguir bromeando sobre su inmortalidad, la realidad es que el presentador se ha ganado un lugar en la memoria colectiva del país.
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